El no sabía hablar.
Soplaba nubes
Y con un gran pincel pintaba de azul alrededor de ellas.
Cuando se sentía triste conversaba con los árboles
Y veía a las aves danzar con las nubes.
Cantaba con el viento
Y bajo el sol corría en círculos.
Cuando la luz fallecía
El sol huía.
Y se abría el camino a aquellos brillantes senderos de su alma.
Tan brillantes como su cristalina mirada,
Encerrada en esas torpes manos.
La oscuridad lo consolaba
Y lo ayudaba a entender.
Hay ciertas cosas deben permanecer simplemente siendo
“Cosas”…
Más no entender.
Tan sólo sentir,
Aquella suave brisa nocturna acariciando sus lágrimas
Y la dulce garua consolándolo.
Las estrellas lo guiaban,
Lo recogían en su intermitente luz pálida
El cerraba los ojos
Y comprendía…
Soplaba nubes
Y con un gran pincel pintaba de azul alrededor de ellas.
Cuando se sentía triste conversaba con los árboles
Y veía a las aves danzar con las nubes.
Cantaba con el viento
Y bajo el sol corría en círculos.
Cuando la luz fallecía
El sol huía.
Y se abría el camino a aquellos brillantes senderos de su alma.
Tan brillantes como su cristalina mirada,
Encerrada en esas torpes manos.
La oscuridad lo consolaba
Y lo ayudaba a entender.
Hay ciertas cosas deben permanecer simplemente siendo
“Cosas”…
Más no entender.
Tan sólo sentir,
Aquella suave brisa nocturna acariciando sus lágrimas
Y la dulce garua consolándolo.
Las estrellas lo guiaban,
Lo recogían en su intermitente luz pálida
El cerraba los ojos
Y comprendía…